INSTITUCIONES EDUCATIVAS NO FORMALES
Plantearse la organización de instituciones de educación no
formal exige, cuando menos, delimitar 10s elementos de partida que como
conceptualizaciones se van a utilizar. Se busca evitar con el10 10s peligros
que, como la realización de injerencias improcedentes y la falta de univocidad
en el lenguaje, afectan a ámbitos recientes de la reflexión pedagógica. Referenciar
a la educación no formal supone de entrada quitar sustantividad a este modelo,
ya que se define su existencia por la negación. Razones de peso histórico
explican, aunque no justifican, tal denominación, que obliga de antemano a
clarificar el significado que se da a la educación formal)). Con ella nos
referimos generalmente a una doble interpretación:
a) La educación que
desemboca en la obtención de un título académico estandarizado, y por 10 tanto
regulado en las formas de acceder y conseguirlo, relacionado con la estructura
del sistema educativo.
b) El modelo educativo que utiliza elementos que pueden
ser catalogados de clásicos)~ en el sistema educativo: centros escolares,
programas preestablecidos, profesores presenciales, aulas y horarios regidos
(SARRAMONA, 1982: 49).
Consideramos, por tanto, como educación no formal al
proceso de intervención educativa que se realiza al margen del sistema
educativo, que puede utilizar o no medios no convencionales)) y que mantiene
estructuras con entidad propia, aunque no sean generalizadas. Identificar 10
formal con 10 importante o ((10 serio)) es caer en el error por la via del
estereotipo y de la simplicidad. Igualmente, 10 es el establecer la similitud
entre la educación no formal y la educación asistemática (informal). La
educación no formal no excluye la posibilidad de alcanzar una alta preparación
personal y profesional, e incluso una titulación aceptada ampliamente a nivel
social aunque no reconocida oficialmente, ni justifica la falta de un sistema que
resulta imprescindible para conseguir procesos educativos eficaces. El
sistematismo en la acción es el que apoya la necesidad de realizar
planificaciones (sean implícitas o explícitas) y de ordenar 10s medios que
acompañan a la actividad. Surge así la organización de tareas, que, cuando son
diversas, se realizan por varias personas o se dirigen a colectividades
amplia~, exige la generación de estructuras estables y explica el nacimiento de
las organizaciones. La organización, sea considerada como actividad, como
estructura o como ámbito de reflexión y especulación, queda, por tanto, muy
relacionada con la evolución de las sociedades. Sin embargo, no podemos olvidar
que nos movemos en el campo educativo y, en este sentido, habremos de
considerar necesariamente las connotaciones que 10 educativo confiere a 10s
procesos organizativos. Nos adentramos plenamente en el ámbito de la
organización escolar si por tal entendemos el estudio de la interrelación mas
adecuada de 10s elementos que intervienen en una realidad escolar con vistas a
conseguir la realización de un proyecto educativo. De manera mas sistematizada
podemos realizar algunos comentarios:
a) Expresamente se habla de conseguir una
mejora educativa, con 10 que se caracteriza el objetivo prioritario que ha de
seguir cualquier actuación en el campo organizativo. b) Se destaca que el
objeto de estudio de la organización no se mantiene variadas relaciones. En tal
sentido, habrá que considerar tanto el entorno como el entorno escolar en
cuanto influye en aquel y permite, de acuerdo a sus especificaciones, hablar de
diferentes tipologías escolares. e) Si bien es cierto que no se habla de
complejidad de la realidad escolar, pues siempre habrá necesidad de
estructurarla mas o menos definidamente (pensamos, por ejemplo, en un espacio,
horari0 y presupuesto), la organización escolar adquiere una mayor utilidad y
sentido en realidades complejas donde la necesidad de ordenación es mas
importante dada la mayor dispersión de intereses individuales. (CAIRIN, 1987:
13 1-1 34). La atención a las instituciones educativas como sistemas abiertos
es algo no cuestionado y ampliamente admitido a partir del reconocimiento de
las relaciones que se establecen entre educación-sociedad-cultura.
El dinamismo
y dependencia que acompañan a las relaciones entre las instituciones educativas
y su entorno tiene un reflejo típico en la educación no formal, donde pueden
claramente diferenciarse las organizaciones a partir del compromiso que
mantienen frente al entorno.
La falta de ajuste a patrones estándares y
preestablecidos de organización, como algo propio de las instituciones de
educación no formal, unido a la falta de investigación y perspectiva histórica
en ese campo, dificulta la generalización de propuestas organizativas y, mas
bien, justifica, en la fase de desarrollo en que nos encontrarnos, la
realización de análisis institucionales diferenciados en función de 10
objetivos asumidos y de 10 medios puestos para 11 realización.
Asumir la importancia
que 10s estudios diferenciales pueden aportar a la clasificación organizativa
de las instituciones de educación no formal no invalida 10s estudios de
aproximación que desde la ciencia de la organización y de la organización
escolar puedan hacerse. Situados en esta intima perspectiva, proporcionamos a
continuación un análisis introductorio y orientativo sobre 10s procesos de
reflexión y acción que, en pos de una mayor eficacia organizativa, toda
institución educativa debe realizar. Son, en todo caso, reflexiones previas
dado el estado primitivo de la cuestión que analizamos.
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